miércoles, 15 de octubre de 2008

RECOMENDACIÓN: LOS CUENTOS DE JUAN RULFO

Buenos días, amigos del murciélago.

Hoy me siento generoso, porque he llegado pronto a casa y estoy menos perezoso de lo habitual, lo cual es una bendición.
Así que, fiel a mi doctrina de fomentar la lectura de relatos breves, aprovecharé para recomendaros "EL LLANO EN LLAMAS", del gran Juan Rulfo.



Juan Rulfo no fue un escritor prolífico, al menos en lo que a publicaciones de narrativa se refiere, pero antes de dejarnos, en 1986, nos dejó un par de joyas literarias.
"PEDRO PÁRAMO", su novela, fue todo un descubrimiento para mí. Andaba yo, por aquel entonces metido en un taller literario, y después de la lectura de uno de mis relatos, el profesor (que con el tiempo dejó de ser "el profesor" y pasó a ser un amigo) me dijo que le recordaba a la narración de "PEDRO PÁRAMO", y que el estilo que había utilizado tenía algo de Juan Rulfo. Yo, ávido lector de best-sellers, no tenía ni pajolera idea de quién era aquel señor, pero me hice el listo (como buen murciélago) y apunté la lectura de esa novela en mi lista mental de deberes. Al fin y al cabo, necesitaba saber en qué me parecía a aquel escritor, y sobre todo, si era bueno.
Al acabar la lectura me dí cuenta de aquel profesor, que luego fue amigo, me había hecho un gran halago, y eso me dió ánimos para continuar escribiendo. Los escritores principiantes se desmoralizan rápido y necesitan, de vez en cuando, que alguien les recuerde que deben seguir en la brecha, que las grandes obras no se escriben ellas solas, sino que necesitan esfuerzo y dedicación.

Y qué curioso, "PEDRO PÁRAMO", escrita en el 55, me pareció el precedente de "CIEN AÑOS DE SOLEDAD", de García Márquez (escrita diez años después), novela que me había impresionado. Y, no es que se puedan comparar, porque ambas novelas tienen validez por sí mismas y son auténticas maravillas, eso es indiscutible; pero también es indiscutible que "PEDRO PÁRAMO" puso la primera piedra de lo que luego se bautizó como "realismo mágico"; y que los fantasmas de Comala influirían en el Macondo de García Márquez, a pesar de las diferencias sustanciales de ambas obras.

Y "EL LLANO EN LLAMAS", la otra joya de la que hablaba, es uno de los mejores libros de cuentos que he leído en mi vida. El patetismo de sus personajes, la resaca del perdedor, del renegado, del paria, en un México rural, mezquino, cruel y extrañamente entrañable a pesar de esa tristeza insondable y de esa crueldad y crudeza. Porque es un libro que habla de la gente del pueblo, de la gente llana, de sus miserias y de su estoicismo, y de la injusticia del mundo de los hombres, escrito con las tripas y con un profunda y palpable compasión.
Ese padre con el hijo maldito y herido a los hombros en "no oyes ladrar los perros", camino de un lugar donde lo puedan sanar.
Ese viejo, condenado a muerte por un crimen de tantos años atrás, suplicando clemencia en "diles que no me maten".
Y tantos otros.

En fin, una lectura indispensable para todos los amantes de los buenos relatos breves.
Podéis encontrar las dos joyas de Rulfo en las ediciones de bolsillo de Anaya, a un precio a prueba de crisis; y creo haber visto por ahí una nueva edición, también de bolsillo, que incluye la novela y los relatos. Preguntad a vuestro librero.

Os dejo con una pequeña muestra de ...


DILES QUE NO ME MATEN
Por Juan Rulfo.



"-¡Diles que no me maten, Justino! Anda, vete a decirles eso. Que por caridad. Así diles. Diles que lo hagan por caridad.

-No puedo. Hay allí un sargento que no quiere oír hablar nada de ti.

-Haz que te oiga. Date tus mañas y dile que para sustos ya ha estado bueno. Dile que lo haga por caridad de Dios.

-No se trata de sustos. Parece que te van a matar de a de veras. Y yo ya no quiero volver allá.

-Anda otra vez. Solamente otra vez, a ver qué consigues.

-No. No tengo ganas de eso, yo soy tu hijo. Y si voy mucho con ellos, acabarán por saber quién soy y les dará por afusilarme a mí también. Es mejor dejar las cosas de este tamaño.

-Anda, Justino. Diles que tengan tantita lástima de mí. Nomás eso diles.

Justino apretó los dientes y movió la cabeza diciendo:

-No.

Y siguió sacudiendo la cabeza durante mucho rato. [...]"


Espero que disfrutéis la lectura.

Y este murciélago colorado, cumplida su misión, va a ver si hace algo de provecho, como zamparse unas aceitunas rellenas de anchoa, regadas con un par de cañas.

Os espero pronto, mis queridos lectores compulsivos, con...

¡UN CUENTO A LA SEMANA!

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Suerte compañero de concurso. El final se acerca!!

SERGI ÁLVAREZ dijo...

igualmente, amigo mío.
Al final... sólo puede quedar uno.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Si os poneis en plan los Inmortales dais miedo :p

Anónimo dijo...

Miedo da la foto del maestro pelínkiano jajajja!!!

QUE GANE EL MEJOR!!

J.

Jordim dijo...

buf,, que pereza dan los comentarios que solo buscan votos para el coñazo de concurso ese. me apunto lo de Juan Rulfo, un autor que me ronda por la cabeza hace tiempo..

Anónimo dijo...

Una buena recomendación, sí señor..

SERGI ÁLVAREZ dijo...

Hola Leek. Bienvenido.
Sí, te recomiendo la novela. Es corta pero intensa, aunque bastante extraña si no te has familiarizado con Rulfo.

Ya me dirás que te pareció si te decides algún día.

Nos leemos!