Hoy os abro las puertas de mi cueva para seguir con el tema de los relatos breves.
Y lamento decir que, puesto que sigo con mi serie "LA MUERTE EN BREVE", esta vez me voy a poner algo tétrico.
Y es que esta semana le toca el turno al terror.
El terror es un género con sus propias reglas. Reglas que los aprendices de narrador deben ir descubriendo poco a poco. Desde luego, si es un género que no te gusta, entonces probablemente no te apetezca escribir sobre ello, aunque nunca se sabe. A mí me encanta la ciencia ficción, pero suelo escribir sobre cosas más mundanas. Uno nunca sabe que tipo de historia será la próxima en nacer de su tortuosa cabezota. Uno no elige la historia, la historia llega y uno la desarrolla como puede. al menos así es la mayor parte de las veces. Aunque ya se sabe que en este oficio no hay nada seguro.
Así pues, si quieres escribir una micro-historia de terror ¿qué debes hacer?
En primer lugar explorar tus miedos. ¿Qué te asusta? ¿Qué es capaz de hacerte huir del dulce Morfeo cubierto de sudor frío? Piensa en ello. Luego esa historia que está a punto de nacer dentro de tu tortuosa cabezota tomará forma. Seguro que podría ser diferente, pero ahora se disfrazará con tus miedos.
En fin, que ahí va eso:
La fe que llega.
"Estaba llenando la bañera mientras la niña jugaba, sentada en el suelo del lavabo. Explicaba a su muñeca el cuento de los tres cerditos, chapurreando con aquella lengua de trapo. Iba por la segunda casita, derribada a soplidos, cuando sonó el timbre del teléfono. Lola fue a cogerlo, no fuera a ser Adolfo que llegaba tarde del trabajo otra vez.
Tras el “diga” de rigor se sucedieron un par de segundos de silencio.
Luego una voz pastosa y profunda dijo:
-Tu hijita se está ahogando.
Lola corrió al lavabo, pero no llegó a tiempo.
A los treinta y dos descubrió que volvía a creer en el Coco".
Bueno amigos, espero haberos hecho pasar un pequeño mal trago. Si es así, ya sabéis que me encantaría que pasárais el relato a todos vuestros amigos. Si no, que también podría ser, os doy permiso para cagaros en mis muertos.
El murciélago pide perdón, y también lo concede. El murciélago es generoso y mezquino.
Y os quiere.
En todo caso, os espera aquí muy pronto. Pasad, pasad. Tendré listo...
¡UN CUENTO A LA SEMANA!
6 comentarios:
Lindo relato, aterrador mejor dicho. Recién descubro este blog y parece bueno, te agregaré a los favoritos en mi blog para seguir pasando siempre que haya algo nuevo. Un abrazo.
Pues muchas gracias, Rechalado.
Espero que te pases siempre que te apetezca leer algún disparate.
Yo también me pasé por tu Blog, y como es interesante verás que ya te he agregado a mi lista.
Un abrazo de murciélago.
Si te digo que me dejaste mal cuerpo tras este cuento, supongo que no te sabrá mal, pues supongo que ese es el objetivo que persigue el escritor de microcuentos de terror. Casi tan terrorifico como un viaje en coche por Croacia :p
Desde que leí el relato duermo con los ojos abiertos y las luces también! Me pagarás los próximos recibos de la luz?? jejej!
Un besico
J.
Dios mío Jess, no quería quitarte el poco sueño que te queda. Te compensaré con unos pocos besos con lengua, lo prometo.
Y ese Pelinkano. Por favor, si vuela raudo y veloz de un lado a otro. ¿está en todas partes a la vez?
Mucho lirilii y poco lereleee.. o era mucho lerelee y poco lirilii umm no no perdon es poco ... y mucho.. OOOOOHH Dios porque me has hecho tan TAN TAN LIRILIII Y tan poco LERELEEE!!
PD: El recibo te espera.. cuando pasarás a pagármelo??
J.
Muak
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