Buenas noches, amigos del murciélago.
Si la semana pasada os ofrecía uno de los primeros relatos que conseguí que me ilustraran (gracias de nuevo, Roger), esta semana volvemos a la carga.
En concreto, hoy, además del relato de la semana, podéis disfrutar de una maravillosa ilustración de David R.
Hace ya algún tiempo que invité a todo aquel que quisiera aportar una ilustración, un dibujete, o una fotografía que ilustraran mis relatos, a no cortarse. Y he aquí la primera colaboración.
Debido a mi interés por el mundo de la imagen (cómic, ilustración, fotografía), he ido agregando links a mi blog, hasta atesorar una buena colección de artistas gráficos entre mis favoritos. Unos viven de ello, con mayor o menor fortuna, otros están empezando; los admiro a todos.
En cuanto a David R, me enamoré de la primera ilustración que vi. Resulta que David es fan de Calvin & Hobbes, y que yo, casualidades de la vida, creo que Bill Watterson es el mejor artista de tiras cómicas de la historia del cómic. Así que, cuando encontré el pequeño homenaje que le hizo David, no pude evitar una sonrisa (¿quieres verlo?, pincha aquí: CALVIN & HOBBES por David R).
TODO AQUEL DIBUJANTE, ILUSTRADOR O FOTÓGRAFO que quiera completar alguno de mis relatos con parte de su trabajo SERÁ BIENVENIDO. Su obra se colgará en este Blog y, por supuesto, ilustrará el PDF que vosotros, amigos del murciélago, descargáis cada semana. ¡QUE VIVA LA SIMBIOSIS ARTÍSTICA!
En cuanto al relato de la semana, sólo me gustaría decir que fue escrito en un mal momento y que el proceso creativo fue la mejor terapia que pude seguir. Se lo dedico, con todo el cariño, a mi abuelo y a mi prima, por aquel breve paseo en coche.
Ahora a leer:
“Desde que me separé de Maria caí en un profundo desasosiego. Anímicamente me encontraba entero, pero comencé a padecer un insomnio pertinaz que afectó mi rendimiento en el trabajo. Probé con el yoga, pero me ponía nervioso; probé con la valeriana, pero me sentaba mal y pasaba las noches despierto (y con el estómago revuelto); incluso probé masturbarme desenfrenadamente a partir de las diez de la noche, pero nada.
Finalmente me diagnosticaron una crisis nerviosa cuando intenté agredir a mi jefe con un saca-grapas, y tuve suerte de que me concedieran una baja larga en vez de despedirme.
Después de probar con antidepresivos, que me aliviaron la depresión que no tenía, pero no el insomnio, mi terapeuta me aconsejó pasar unos días en el campo.
Así que cogí el coche, pisé el acelerador, y en cuatro horitas salté cuatro provincias […]”
Ahora, este murciélago os deja, no sin antes pediros que, si os ha gustado el cuento, lo remitáis por mail a vuestra lista de contactos.
Dejad vuestra opinión, sinvergüenzas, tanto sobre el relato, como sobre la ilustración. Yo estaré de vuelta en breve, con…
¡UN CUENTO A LA SEMANA!
Si la semana pasada os ofrecía uno de los primeros relatos que conseguí que me ilustraran (gracias de nuevo, Roger), esta semana volvemos a la carga.
En concreto, hoy, además del relato de la semana, podéis disfrutar de una maravillosa ilustración de David R.
Hace ya algún tiempo que invité a todo aquel que quisiera aportar una ilustración, un dibujete, o una fotografía que ilustraran mis relatos, a no cortarse. Y he aquí la primera colaboración.
Debido a mi interés por el mundo de la imagen (cómic, ilustración, fotografía), he ido agregando links a mi blog, hasta atesorar una buena colección de artistas gráficos entre mis favoritos. Unos viven de ello, con mayor o menor fortuna, otros están empezando; los admiro a todos.
En cuanto a David R, me enamoré de la primera ilustración que vi. Resulta que David es fan de Calvin & Hobbes, y que yo, casualidades de la vida, creo que Bill Watterson es el mejor artista de tiras cómicas de la historia del cómic. Así que, cuando encontré el pequeño homenaje que le hizo David, no pude evitar una sonrisa (¿quieres verlo?, pincha aquí: CALVIN & HOBBES por David R).
Os recomiendo que entréis en su web. Seguro que la encontraréis divertida:
Y dicho esto, vuelvo a lanzar la pelota:
TODO AQUEL DIBUJANTE, ILUSTRADOR O FOTÓGRAFO que quiera completar alguno de mis relatos con parte de su trabajo SERÁ BIENVENIDO. Su obra se colgará en este Blog y, por supuesto, ilustrará el PDF que vosotros, amigos del murciélago, descargáis cada semana. ¡QUE VIVA LA SIMBIOSIS ARTÍSTICA!
En cuanto al relato de la semana, sólo me gustaría decir que fue escrito en un mal momento y que el proceso creativo fue la mejor terapia que pude seguir. Se lo dedico, con todo el cariño, a mi abuelo y a mi prima, por aquel breve paseo en coche.
Ahora a leer:
“Desde que me separé de Maria caí en un profundo desasosiego. Anímicamente me encontraba entero, pero comencé a padecer un insomnio pertinaz que afectó mi rendimiento en el trabajo. Probé con el yoga, pero me ponía nervioso; probé con la valeriana, pero me sentaba mal y pasaba las noches despierto (y con el estómago revuelto); incluso probé masturbarme desenfrenadamente a partir de las diez de la noche, pero nada.
Finalmente me diagnosticaron una crisis nerviosa cuando intenté agredir a mi jefe con un saca-grapas, y tuve suerte de que me concedieran una baja larga en vez de despedirme.
Después de probar con antidepresivos, que me aliviaron la depresión que no tenía, pero no el insomnio, mi terapeuta me aconsejó pasar unos días en el campo.
Así que cogí el coche, pisé el acelerador, y en cuatro horitas salté cuatro provincias […]”
Ahora, este murciélago os deja, no sin antes pediros que, si os ha gustado el cuento, lo remitáis por mail a vuestra lista de contactos.
Dejad vuestra opinión, sinvergüenzas, tanto sobre el relato, como sobre la ilustración. Yo estaré de vuelta en breve, con…
¡UN CUENTO A LA SEMANA!