Buenos días, amigos del murciélago.
Empezamos con el recuento de votos de este infausto concurso de micro-relatos. Parece que la gente se va animando, pero recordad que podéis votar (tanto vosotros como vuestra familia, amigos, enemigos... incluso la vecina cotilla del quinto) hasta el lunes que viene. No os cortéis, con un comentario basta.
Vamos allá:
Jose María Valencia con su "FORMATO DE LOS RECUERDOS" lleva, de momento, un voto.
Nika, con "AIRWAVES" contabiliza dos votos.
Y en cabeza, con un cuerpo de ventaja, va El Maestro Pelínkano con cinco votos hasta la fecha.
Aún así, no está todo decidido. Veremos que pasa el lunes.
Y seguimos con un pequeño regalo. En primer lugar, debo decir que me halaga que con vuestros comentarios aportéis alguna reflexión. La intención de este blog es contar cuentos, pero también retroalimentarse a través de vuestras intervenciones (aunque no seáis críticos profesionales... De hecho ¿quién quiere críticos profesionales en su blog?).
Es por eso que cuelgo este relato, en referencia a todos esos sentimientos que nos despierta "el pueblo", las vacaciones de la infancia, de la adolescencia.
No seríamos lo que somos sin ellas. Miramos atrás y sonreímos por lo vivido, con cierta nostalgia, y contemplamos con tristeza que nada es igual (aunque eso no es necesariamente malo ¿verdad?). Esa es la paradoja que separa sutilmente el pasado del presente.
Para todos, aquellos con los que compartí noches enteras; los amigos, los no tan amigos; para vosotros, mis queridos lectores, los que tenéis un lugar donde recogeros en periodo estival, y también para los que crecieron en la ciudad, al abrigo del hormigón... Para todos, con cariño (aunque sea un pelín malvado):
LAS BODEGAS
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Santi camina por el caminito de tierra, apenas iluminado, que separa la casa de sus abuelos de la de sus tíos y se sube la cremallera de la chamarra. Le acompaña su primo Damian, frotándose las manos. Después de cinco años, Santi casi ha olvidado el frío de las noches de agosto, cuando sopla con fuerza el viento del norte, y la belleza de los cielos despejados, poblados de estrellas. La perra de su abuelo corretea a su alrededor, con el rabo tieso y la lengua fuera, contenta de acompañarles un trecho [...]
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LAS BODEGAS Espero que disfrutéis la lectura.
Ahora os dejo. Seguid votando y participando.
Volvemos a leernos muy prontito, con...
¡UN CUENTO A LA SEMANA!